Con bombo y con platillo era recibida la obra que contenplaba la Av. San Martin del lado de Los Cardales  y la tan esperada reparación del Camino 104-02, conocido como Ruta 4. La obra, encarada por el Ministerio de Obras Públicas de la Nación, pero la alegría duró poco y nada.

Solo los carteles y algunos restos de los primeros trabajos en el sector, que abarcaba una extensión de 300 metros en su primer tramo, contemplando trabajos de repavimentación, colocación de columnas de luminarias, ejecución de veredas y piezas de esquina, dársenas y refugios para colectivos, quedaron en el lugar, visitado incluso por el propio Ministro del área, Gabriel Katopodis, junto a los Intendentes de Campana y Exaltación de la Cruz, Sebastián Abella y Diego Nanni, respectivamente.

Todavía se esperan definiciones por parte del presidente electo, Javier Milei, quien reafirmó en varias oportunidades su voluntad de frenar la financiación de la obra pública por parte del Estado, para que sea el sector privado quien se haga cargo. Sin embargo, algunas empresas constructoras ya despidieron a trabajadores y trabajadoras del sector.

Al respecto, y a través de un comunicado, la Comisión Directiva Central de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) manifestó su preocupación por la incertidumbre provocada por dichas manifestaciones, y sostuvieron que, de concretarse el plan, se pondrían en riesgo 220 mil trabajos en el sector.

En tanto que algunos municipios buscan nuevas formas de financiamiento, como impuestos “extras” al combustible (en el partido vecino de Campana ya existen), desde el Interior varios jefes Comunales advirtieron que comenzarán a cobrar algunos servicios y obras.
 

“En mi gestión no se cobraron las veredas, las cunetas, las cuadras de pavimento tampoco. De ahora en adelante, viendo los recortes que puede haber de Nación, estamos abriendo el paraguas y tomando medidas”, explicó el intendente de Landeta, Juan Domingo Bravo, al Norte de Santa Fé.